Inspirado en el modelo utilizado en la Eurocopa de 1996, cuenta con un patrón de líneas blancas que bajan desde los hombros y se interrumpen a la altura del pecho. De base blanca como es tradicional, en el frente presenta un degradé hacia el gris claro a través de finas líneas que van ganando en grosor. Pero esta vez, tras décadas de utilizar modelos que sólo cambiaban detalles respecto a su antecesora, la nueva Verdeamarela trae muchas novedades: si bien se sostiene la base amarilla (en esta ocasión en un tono similar al que tuvo cuando se consagró en Corea-Japón 2002, título del que se cumplen 20 años) con cuello y puños en verde, se destaca el regreso del azul al uniforme titular en el cuello y los puños.