Y es que algunos aficionados han tenido que hacer un esfuerzo tremendo para ser los primeros en adentrarse en la tienda oficial, que abría a las 8:00. Desde horas como las 7:15 o 6:30 de la mañana, varios de ellos aguardaban ansiosos en la cola. Volvió a sufrir las alucinaciones y tenía ataques de pánico. La muerte de Cornell fue otro duro golpe.