“Sufría a menudo una angustia que era como tener los huesos ardiendo”. Pero su determinación para abrirse paso en un mundo dominado por hombres era insobornable. Nueva York era una plaza difícil para una mujer japonesa. Es más, Leonardo fue claro ayer: «Si Mbappé quiere irse, se irá, pero con nuestras condiciones». ¿Debió hacer antes la oferta por Mbappé? En su autobiografía, Infinity net, recuerda también que al principio tenía que sobrevivir de restos de comida, como las cabezas de pescado que encontraba en la basura y que ella utilizaba para hacer caldo.