Al final, somos lo que comemos y cómo nos relacionamos, y ambas cosas pasan en un restaurante”. La última empezó en 1977, cuando el trastorno obsesivo que le perseguía desde niña se le hizo insoportable y se recluyó voluntariamente en una institución psiquiátrica de Tokio. Y también, las camisetas solidarias, confeccionadas con el fin de recaudar fondos para una causa justa. El Cádiz lo anuncia como patrocinador oficial del club para las dos próximas temporadas.