La uniformidad de los números y nombres de los futbolistas se adoptó entonces como parte de una estrategia comercial de LaLiga, una de las muchas iniciativas que se llevaron a cabo en la temporada 17/18 para crear un producto audiovisual más uniforme e innovador. Hasta el curso 2016/17 los conjuntos de LaLiga tenían libertad para escoger sus propios diseños, por lo que cada club decidía como eran las letras y los números de sus kits, pero eso cambió con el Reglamento Audiovisual de LaLiga.