Las camisetas de fútbol viejas, que pasaron de temporada y fueron abandonadas en algún cajón por sus dueños, han cobrado un nuevo sentido de vida: se han convertido en batas para niños internos en hospitales. Con estas primeras batas han activado el proyecto y afirma que la respuesta ha sido abrumadora: han recibido donaciones de camisetas desde particulares, hasta de grandes clubes de fútbol como el Girona o el Athletic.